Hace escasamente unas semanas, con la llegada de la primavera decidí hacer una escapada junto a un grupo de amigos. El destino elegido fue la bella isla de Formentera, con la intención de desconectar de las preocupaciones de la urbe.
Tras algunas consultas a través de la red, nos decidimos por el Hostal La Savina. Un alojamiento ubicado en una de las playas más paradisiacas de toda Europa, no me cabe duda. La elección fue sencilla: El hostal en cuestión, es con diferencia el alojamiento con el índice de popularidad más alto en la plataforma digital TripAdvisor.
Una vez allí, nada defrauda. Parece el escenario sacado de una novela de Blasco Ibañez en su época más costumbrista. Un paraje difícil de describir con palabras, es por eso que la necesidad de adjuntar fotos se hace inevitable.
El hostal presenta todas las comodidades necesarias para los urbanitas del nuevo siglo, pero con la tradición y la estética de una edificación con más de 50 años de historia. El equilibrio lo completa una magnífica carta gastronómica con amplia variedad para vegetarianos y veganos, y con una carta de vinos a la altura del paraje.
El único "pero" que le pongo al Hostal La Savina, es lo duro que se hace la vuelta a la ciudad habiendo estado tan cerca del nirvana de la tranquilidad. Altamente recomendado para todos los sibaritas coleccionistas de paisajes irrepetibles.
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